Hace tiempo que el vino no es territorio de hombres. Cada vez más mujeres, ya sea por herencia o vocación, tienen un importante lugar ganado en el mundo del vino. Estas cuatro mujeres son excelentes ejemplos de vidas dedicadas a las bodegas, las vides y la paciencia en producir el mejor vino de las tierras catalanas
Una de ellas la enóloga Carme Casacuberta lanzó en el año 2002 su proyecto Vinyes d’Olivardots a pie de la Sierra de l’Albera, Alt Empordà. Entre los numerosos premios que ha ganado la bodega de Carme, cabe destacar que hace pocos meses el Vd’O 1.10 100% Cariñena en terroir de Pizarra fue galardonado como uno de los mejores vinos de Cataluña en la 4ª edición de los Premios Vinari.