ES TIEMPO DE PODA

Ha llegado el frío y es la época de descanso de los viñedos.
Es el momento de reponer, absorber los nutrientes y la energía de la tierra.

Este mes de diciembre empezamos a podar los viñedos siguiendo el método de Simonit & Sirch, una técnica de poda respetuosa que promueve el crecimiento equilibrado de la planta y evita heridas innecesarias. Este enfoque ayuda a prolongar la vida del viñedo, mejorar su resistencia y optimizar la producción de la uva.

¿Qué es la poda y por qué es importante?

La poda es una de las tareas más importantes en el cultivo del viñedo, ya que permite controlar el crecimiento de la planta, mejorar la calidad de los frutos y garantizar su salud a largo plazo. Esta técnica consiste en eliminar las partes innecesarias de la planta, como sarmientos viejos, enfermos o mal posicionados, para guiar su crecimiento y favorecer su estructura.

Una poda adecuada:

  • Prolonga la vida del viñedo al evitar heridas grandes que podrían provocar infecciones.
  • Mejora la calidad de la uva, controlando la producción y asegurando un equilibrio entre follaje y fruto.
  • Reduce el riesgo de enfermedades al eliminar partes muertas o enfermas.

El metodo de Simonit&Sirch

El método de Simonit & Sirch es un sistema de poda desarrollado por Marco Simonit y Pierpaolo Sirch, expertos en viticultura. Se basa en respetar el flujo de savia de la planta y minimizar las heridas durante la poda.

Sus principios básicos son: 1. Poda progresiva: Se trabaja manteniendo estructuras jóvenes y saludables, evitando cortes grandes y agresivos. 2. Respeto por el flujo de savia: Se prioriza la circulación natural de la savia para evitar que se corten las vías principales. 3. Conducción de la planta: Se guía el crecimiento del viñedo de forma ordenada y equilibrada. 4. Prevención de enfermedades: Al evitar heridas grandes y cicatrices innecesarias, se reduce el riesgo de infecciones.

Con la poda, el viñedo inicia su descanso invernal, un momento de quietud donde la energía se concentra en las raíces. Este silencio del invierno no es sino una pausa necesaria para la vida que volverá a emerger con fuerza cuando llegue. la primavera. Cada corte de la poda, hecho a conciencia, apuesta por un nuevo ciclo lleno de vida, fruto y emociones. Así, la viña descansa, nosotros cuidamos, y el territorio se prepara para ofrecernos, de nuevo, su mejor fruto para acabar haciendo el mejor vino.

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