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ELABORACIÓN

VENDIMIA MANUAL

En Vinyes d’Olivardots, damos una gran importancia a la calidad de la uva que utilizamos para elaborar nuestros vinos. Es por eso que cada año, durante el período de vendimia, todo el equipo de la bodega nos dirigimos a los viñedos con cuidado para realizar la recolección de forma manual con tijeras. Uno a uno, cortamos y hacemos una primera selección de los racimos que se encuentran en óptimas condiciones de madurez y salud, descartando todos aquellos que no cumplan con nuestros estándares de calidad.

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Delicadamente, los colocamos en pequeñas cajas rejadas de 10kg que nos permiten preservar la integridad de los racimos, evitando presiones excesivas y asegurando que lleguen en el mejor estado y la máxima rapidez posible a la bodega.

Esta atención a los detalles en el proceso de cosecha es fundamental para garantizar la calidad y la autenticidad de nuestros vinos.

MESA DE SELECCIÓN

Lo primero que hacemos cuando la uva llega a nuestra bodega es la maceración en frío. Descargamos las cajas del tractor y las colocamos apiladas en una cámara frigorífica a una temperatura de entre 2-4ºC.

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Este primer choque térmico nos permite obtener más complejidad en su perfil organoléptico y aumentar la dureza del grano para su posterior manipulación.

Pasadas 24-48h, caja por caja se vierte en la mesa de selección donde, mediante el uso de vibraciones suaves, los racimos se distribuyen por la mesa y el equipo de Vinyes d’Olivardots revisamos detalladamente grano a grano para eliminar las bayas sobremaduradas, las que presentan alguna enfermedad o defecto, así como otros elementos indeseables que puedan afectar la calidad de nuestros vinos. Proceso fundamental para mantener la calidad de la uva y poder obtener la máxima excelencia en la elaboración; una tarea que requiere gran habilidad y atención al detalle.

CRIANZA EN ÁNFORAS

En Vinyes d’Olivardots, nos gusta abrazar las antiguas tradiciones y darles un toque moderno. En 2013, decidimos recuperar una técnica de elaboración, guarda y transporte de vinos típica del Empordà con más de 3.000 años de historia: el uso de ánforas de terracota.

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Esta práctica ancestral nos permite conectar con las raíces de la elaboración del vino y aportar un toque único a nuestros productos, ya que los poros de la arcilla permiten una microoxigenación controlada, favoreciendo la concentración aromática de los vinos y a la vez manteniendo su frescor.

Realizamos tanto la fermentación como crianza de 4 meses en nuestros vinos blancos y rosados buscando pureza, mineralidad, equilibrio y untuosidad.

CRIANZA EN BARRICAS

Después de una fermentación larga, en la cual las uvas han estado en contacto con sus pieles para lograr una extracción óptima de color, aroma y taninos, procedemos a un prensado suave y respetuoso con la prensa vertical.

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Luego trasladamos el vino a barricas de roble francés de diferentes dimensiones seleccionadas con cuidado para aportar sutiles notas de madera que complementen y enriquezcan las características del vino durante su crianza. Después de un tiempo aproximado de 10 a 18 meses, finalmente nuestros vinos están listos para ser embotellados y compartidos con los amantes del vino.

Cada gota captura la esencia de nuestra pasión, dedicación y amor por la tierra, la viña y el proceso de elaboración artesanal.

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